“A grandes males, grandes soluciones”. Eso pensó Christian Schallert cuando decidió comprarse un apartamento de 24 metros cuadrados en Barcelona. Tenía poco espacio, pero lo ha economizado al máximo. Hasta tal punto de que su casa es la más envidiada del barrio.
La primera impresión al entrar es que no hay nada. Entonces, ¿dónde come? ¿Dónde duerme? ¿Dónde hace sus necesidades? La respuesta se contesta al fijarnos en los laterales: todo está escondido tras las paredes. Abres una puerta y aparece la cocina. Abres otra y encuentras un armario de ropa. Tiras de una cuerda y se desliza la cama que hay bajo la terraza.
Esto puede sonar muy raro si lo leemos. Hay que verlo para creerlo. Así que os dejo con este reportaje que nos explica cómo está organizado este ‘piso-Lego’. Seguro que después de verlo queréis tener uno.
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