Los cuartos de final es la primera ronda verdaderamente importante de la Eurocopa ya que un mal partido o un pequeño fallo puede suponer la eliminación. Por esto, los favoritos no siempre pueden pasar la ronda. Este año, por ejemplo, se han clasificado tres equipos que habían quedado segundos de grupo, Alemania, Turquía y Rusia, y tan sólo un primero, España, que rompe por fin su maldición de los cuartos.
Las estadísticas de las fases finales de torneos de selecciones decían antes de comenzar los cruces que en los cuartos de final siempre había una partido en el que se ganaba fácilmente, un partido que iba a penaltis (en este caso dos), una gran sorpresa y un robo arbitral. Excepto este último, aunque estuvo a punto de darse el caso en el partido de España, el resto de las situaciones se han dado en estos cuartos, que han sido emocionantes y disputados. Han demostrado una vez más que a partir de ahora sólo pasan los mejores, pero que la suerte y la tradición, a veces, también se pueden poner de tu parte.
Portugal-Alemania: Los alemanes nunca fallan.
“El fútbol es ese deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania”. ¡Qué razón lleva esta máxima del deporte rey! Nunca hay que subestimar a una selección tan competitiva como la alemana. Parecían muertos, pero a la hora de la verdad sus futbolistas siempre dan la cara, como así lo demostraron ante Portugal, equipo al que todo el mundo colocaba en el grupo de favoritos para ganar esta Eurocopa.
El guión del partido parecía cambiado respecto a lo visto en la fase de grupos. Los alemanes eran los que llevaban el peso del juego y los que salieron a por el encuentro desde el inicio, mientras que los portugueses se dedicaron a especular, quizás acobardados por tener enfrente a la todopoderosa Alemania. En un abrir y cerrar de ojos Schweinsteiger primero, culminando una jugada de lujo, y Klose después, aprovechándose de un clamoroso fallo de la defensa lusa, ponían a la selección germana por delante y con una renta suficiente para afrontar el partido con tranquilidad. Portugal pareció reaccionar de la mano de un Deco inspiradísimo y así fue como a falta de cinco minutos para el descanso consiguió recortar diferencias por medio de Nuno Gomes. Durante los primeros quince minutos de la segunda mitad parecía que el empate estaba cerca, pero nuevamente un fallo defensivo de Portugal, esta vez de su portero, fue aprovechado por Alemania para establecer el 3-1. Ricardo salió a por uvas y Ballack, con autoridad, remató de cabeza enviando el balón al fondo de la portería. A los lusos sólo les quedaba rezar y tener suerte. Pudieron recortar diferencias, pero lo hicieron demasiado tarde. Ya no les salvó ni Cristiano Ronaldo, desaparecido en combate. Se esperaba más del considerado mejor jugador del mundo… Alemania se clasificó para semifinales dejando claro que si hay una favorita para ganar la Eurocopa, ahí está esta selección.
Croacia-Turquía: Turquía se abona a las victorias agónicas.
La grandeza del fútbol ofrece momentos inverosímiles. Puedes aburrirte como una ostra durante 118 insufribles minutos, pero siempre hay una pizca de emoción aunque venga comprimida en dos minutos en los que pase de todo. Tiene mérito lo de Turquía. Tras ganar a Suiza y a la República Checa en los últimos instantes del encuentro, cosechó su tercera remontada épica consecutiva y se planta en semifinales, donde le espera la temible selección alemana. El reto es aún mayor, no porque enfrente vaya a tener a la todopoderosa Alemania, sino porque además Turquía va a contar con numerosas bajas. ¿El más difícil todavía? Con los turcos nunca se sabe…
En el fútbol, como en la vida, “hasta que no se vendimia no se friegan los capachos”. Hasta que el árbitro no señale el final del encuentro no se puede dar un partido por ganado. Croacia pecó de ello, aunque bien es cierto que el tiempo estaba ya cumplido cuando los turcos perforaron su portería poniendo el empate en el marcador. Pero empecemos por el principio. La Eurocopa sufrió un partido soporífero, uno de los peores en cuanto a juego de todo el torneo. Las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. Únicamente Modrić por parte de los croatas y Tuncay por los turcos llevaban algo de peligro a las áreas, pero de forma muy intermitente. Así no fue difícil que los espectadores presenciaran la primera prórroga del torneo. En ésta tampoco hubo mucha chicha hasta el minuto 118. Nadie se imaginaba lo que estaba a punto de pasar. Rüstü, que hasta el momento había tenido tiempo para ofrecer lo mejor y lo peor de sí, sacó a relucir su versión mala. Abandonó su portería para salirle al paso a Modrić casi en el límite del área y éste, mientras el portero volvía a toda prisa a su meta, colgó un balón que Klasnić remató a gol. 1-0 en el marcador y la afición croata que ya se veía en semifinales. Pero cuando el partido agonizaba, un balón colgado al área turca llegó a las botas de Semih Senturk, que lo colocó en la escuadra de la portería defendida por Pletikosa. Era el minuto 122, segundo del descuento de la prórroga, y Turquía obraba su tercer milagro en lo que llevamos de competición. Increíble. Con los ánimos por los suelos, los croatas afrontaron la lotería de los penaltis muy cabizbajos y desconcentrados. Fallaron tres de sus cuatro lanzamientos, el último detenido por Rüstü en su papel de Dr. Jeckyl, y se quedaron a las puertas de las semifinales.
Holanda-Rusia: Otra vez Hiddink.
Visto lo visto en la primera fase, parecía evidente que Holanda era una de las favoritas para llevarse el título final. Además la afición que llenaba las gradas cada vez que la “naranja mecánica” pisaba el césped se merecía llevarse muchas alegrías. Pero llegaron los cuartos de final y la selección holandesa se desinfló como un balón pinchado y todo ante Rusia, la selección del “holandés traidor”, Guus Hiddink.
Muchos pensábamos que Holanda arrollaría a la débil Rusia. Sin embargo, fue la selección rusa la que salió desde el primer momento a por el partido con multitud de oportunidades mientras que la selección holandesa estaba completamente perdida en el campo. Este cambio se debió, sin duda, por la participación de su delantero estrella, Arshavin, que en los dos primeros partidos de este torneo estuvo sancionado. La segunda mitad empezó muy similar a la primera, con un espectacular bombardeo ruso, pero en esta ocasión obtuvo resultado ya que Pavlyuchenko abrió el marcador. Holanda fue capaz forzar la prórroga a cinco minutos del final, con una falta sacada por Sneijder que remató el también madridista Van Nistelrooy. No obstante, el tiempo extra fue un paseo para los rusos en el que marcaron Torbinski y el gran héroe Arshavin.
De esta forma una de las favoritas, se queda fuera y, de nuevo, un equipo dirigido por Guus Hiddink alcanza las semifinales de un gran torneo, algo que ya había hecho, por ejemplo, con Holanda y Corea.
España-Italia: por fin, España.
Todas las tradiciones estaban en contra de España: hacía más de 80 años que no ganaba a Italia en partido oficial, era 22 de junio, fecha en la que ya han sido eliminado en tres fases finales y por si fuera poco, nos jugábamos pasar a semifinales, ronda que la selección española no alcanzaba desde hacía 24 años. Pero el equipo de Luis Aragonés pudo con todo esto.
En los primeros minutos del partido, Italia sorprendió ya que salió jugando bastante adelantada pero en muy poco tiempo la selección española se hizo con el partido a base del buen juego y del toque que los caracteriza. Fue un partido sin demasiadas ocasiones, pero muy emocionante para cualquier aficionado. ¿Los más destacados? Marcos Senna y David Silva quienes con una actuación excelente consiguieron dominar el partido. Sin embargo, los chicos de Luis no pudieron materializar sus oportunidades en goles. De esta forma, se llegó a la prórroga en la que los jugadores de los dos equipos dejaron notar el cansancio, sobre todo, Italia, que quedó claro que esperaban los penaltis. Los precedentes, sin duda, le daban la razón. Esta tanda fatídica históricamente enfrentaba a los dos mejores porteros del mundo: Buffon y Casillas. El español se impuso parando dos penaltis de los cuatro que tiraron los italianos, mientras que el italiano sólo atrapó el tirado por Dani Güiza. Los de Villa, Cazorla, Senna y Cesc se colaron en sus redes. Con el del catalán se desató la euforia que esperamos que continúe en semifinales contra Rusia.
La porra de La Huella Digital: semifinales.
Alemania-Turquía: 1. Alemania está siendo hasta ahora uno de los equipos más fuertes de la Eurocopa, a pesar de su fútbol poco vistoso. Para este partido, Turquía tendrá que afrontar demasiadas bajas que pueden pesarle de forma importante. Por todo esto y por historia, desde La Huella Digital apostamos por la presencia de Alemania en la final.
Rusia-España: 2 En la fase de grupos España ya encajó un 4-1 a Rusia en el primer partido. Si a esto sumamos que las selecciones dirigidas por Guus Hiddink no pasan de semifinales y que, jugador por jugador, España tiene mayor calidad en casi todos los puestos, creemos que después de 24 años, España tiene su mejor oportunidad para llegar a la final.
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