“Las desarrolladoras lo tenemos realmente difícil para innovar. Las
distribuidoras gastan mucho dinero en los juegos y no quieren arriesgar”.
El avance de la tecnología y la ambición de las
desarrolladoras por crear juegos cada vez más sorprendentes están elevando los presupuestos hasta límites
insospechados. No hay más que echar un vistazo a Grand Theft Auto V, que ha costado 200 millones de dólares.
Esta situación es peligrosa, en opinión de Jim Boone, quien ha señalado en una
entrevista con la Revista Oficial Xbox del Reino Unido que la consecuencia es que “los jugones cada vez compran menos juegos”.
“A fin de cuentas a los usuarios no les importa mucho si un
título ha invertido 80 o 200 millones en su desarrollo, simplemente tiene en
cuenta si es bueno. A él le va a costar 60
euros igualmente, así que el mejor
juego se llevara su dinero”, explica el productor de Volition.
Esto crea un ambiente en el que las desarrolladoras tienen
poco margen para innovar. “Los juegos
son caros y los distribuidores no quieren correr riesgos. Eso significa que tienes que darlo todo y gastar un montón
de dinero o, por el contrario, acabarás haciendo cosas que no serán las mejores
posibles y la gente no comprará tu producto”, comenta. “Espero que la nueva
generación y el auge de lo digital traigan precios
diferentes. La implicación de Sony
y Microsoft será clave, pero
demuestra que hay más de una forma de distribuir un juego y más maneras de
ponerle precio”.
**Publicado en AlfaBetaJuega el 04-10-13**
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