6 de septiembre de 2013

Análisis de Disney Infinity: Disneyland sin salir de casa

Disney busca hacerse un hueco en el mundo de los videojuegos echando mano de sus personajes más populares. El resultado es este ‘all-star’ lleno de magia que hará las delicias de grandes y pequeños a partes iguales.

Érase una vez un universo lleno de estrellas. La que más brillaba era una chispa que poco a poco se fue haciendo grande hasta que una explosión dio lugar a un mundo de fantasía. Éste no tenía forma definida: tan pronto estabas en el campus de Monstruos University como en el oeste con los protagonistas de Toy Story o a bordo del barco de Jack Sparrow. “La imaginación puede llevarte a cualquier parte”, se oye en el horizonte… 

De repente, tras un momento de calma, del suelo comienza a brotar un edificio. Mickey Mouse nos invita a acompañarle. ¡Es el castillo de  Disneyland! ¿Hemos viajado a París sin darnos cuenta? No, sigues en tu habitación, pero acabas de descubrir las múltiples posibilidades que te ofrece Disney Infinity.
Con esta espectacular secuencia, que sirve a la vez para mostrarnos las mecánicas y diferentes mundos que incluye, arranca el nuevo invento de Disney, un juego bastante ambicioso (se estima que su coste ha sido de 100 millones de dólares, a la altura de otros grandes nombres como GTA V o Red Dead Redemption) desarrollado por Avalanche Software con el que busca ganarse el corazón (y en el bolsillo) de los jugones.

Para el que no lo conozca, la principal peculiaridad del título es que combina videojuegos con coleccionismo, ya que paralelamente se ha lanzado toda una línea de figuras que harán que los personajes más conocidos de la factoría se teletransporten hasta tu consola con ayuda de una base. 

No es necesario disponer de todos estos juguetes para disfrutar de Disney Infinity, aunque sí para desbloquear todos sus contenidos. Por los diversos universos hay cofres escondidos que sólo abrirá un personaje determinado y una caja fuerte que mostrará su tesoro oculto cuando todos los personajes de ese universo haya interactuado con ella. Ahí surge la duda para los cazalogros/cazatrofeos y coleccionistas. ¿Realmente quiero tenerlo todo?
Analizar un juego de esta magnitud es bastante complicado, por lo que vamos a dividirlo por partes. Comenzamos con los distintos Play Sets, el modo historia en sí de Disney Infinity. Con el Starter Pack tenemos acceso a tres: Los Increíbles, una aventura llena de superhéroes y villanos, Monstruos University, donde el sigilo y las travesuras están a la orden del día, y Piratas del Caribe, que nos descubrirá la emoción y los peligros de la vida en el océano.  

En general hay que resaltar la gran fidelidad con la que han sido recreados Metroville, la Facultad de Sustos y los mares del Caribe. Y es que, además de que son inmensos y están llenos de vida, se han incluido pequeños guiños que gustarán a los seguidores de dichas sagas. Por poner un ejemplo, el cuerpo de los monstruos se hinchará al entrar en contacto con aquellas pelotas rosas que conocimos en el desafió tóxico de los Sustijuegos.
 
Repartidos en distintos puntos de los escenarios nos encontraremos con varios secundarios de lujo (Mirage, Squishy o Barbossa), que serán los encargados de ir proponiéndonos varias misiones hasta conseguir nuestro objetivo: vencer a Syndrome, derrotar a la Politécnica del Miedo o recuperar el mapa robado por Davy Jones para conseguir el tesoro. Éstas no son excesivamente difíciles y sirven principalmente para explorar los diversos rincones de los escenarios y acostumbrarnos a las mecánicas de juego.
Cumpliendo los objetivos recibiremos monedas para intercambiar por juguetes en la tienda y chispas, elemento necesario para subir de nivel a nuestro personaje. Esto realmente no vale para mucho salvo para mejorar el aspecto de la Sala de los Héroes, una especie de museo que será el reflejo virtual de nuestra colección.

Allí nuestras figuras estarán expuestas en forma de estatuas. Pero no sólo ellas tienen cabida, también los power-discs, otro de los objetos que se venden en las tiendas. Estos sirven para mejorar las habilidades de nuestras figuras (para usarlos habrá que ponerlos debajo de éstas en la base) y para añadir elementos de personalización en la Toy Box, el modo estrella del juego.
Los que jugaron a Toy Story 3 ya vieron un atisbo de lo que nos ofrece, pues Avalanche tomó su Caja de Juguetes como base a la hora de su desarrollo. Aunque aquí la encontramos elevada a la máxima potencia hasta convertirla en una poderosa herramienta de creación con infinitas posibilidades.

Esto es un mundo aparte formado por numerosas secciones que hacen de él ‘el modo definitivo’. Y es que dentro de un mismo lugar podemos disfrutar con carreras al más puro estilo Mario Kart, disparatadas batallas de paintball que recuerdan mucho a Plants VS Zombies: Garden Warfare o peleas desenfadadas como en LEGO City Undercover. Todas ellas vienen prefabricadas y listas para disfrutar, pero también podemos inventarnos las nuestras.

Gracias a un pequeño tutorial aprenderemos a manejar las distintas herramientas mientras pasamos un buen rato. Con estos conocimientos estaremos listos para, varita mágica en mano, ponernos el mono y empezar a construir nuestra propia Toy Box. 
Es recomendable haber jugado a los Play Sets primero para ir desbloqueando diversos objetos, ya que lo que vayamos consiguiendo en las historias estará disponible en el editor: edificios, trozos de circuitos de carreras, árboles, vehículos, miniciudadanos, montañas, armas… Todo está a nuestra disposición y el límite únicamente lo marcará nuestra imaginación. Aquí es donde se hace bueno el lema: “Tu juego. Tu mundo. Tus reglas”.

Nuestras creaciones se pueden compartir a través de internet. Sin embargo, para que cualquiera pueda disfrutarlas tendrá que contar con la aprobación de Disney, lo que suponemos que retrasará el proceso bastante tiempo. Para compensarnos, desde el lanzamiento del juego hay algunas Toy Box especiales listas para descargar.

Como curiosidad final os contaremos los orígenes de este modo. ¿Sabéis que en principio la Toy Box estaba diseñada sólo como sala de juegos donde los usuarios mataban el tiempo antes de conectarse a una partida multijugador? ¡Y mirad en lo que se ha convertido!
La intención de Disney es lanzar nuevas entregas cada año, pero mientras una hipotética secuela llega en la hoja de ruta de Disney Infinity ya se avistan nuevos mundos y personajes. Además de los Play Sets de Cars y El Llanero Solitario, ya disponibles, en octubre será el universo de Toy Story el que haga su estreno con Buzz Lightyear, Woody y Jessy como juguetes. A ellas se le sumarán como figuras independientes Jack Skellington en Halloween y antes de final de año Rapunzel (Enredados), Rompe Ralph y Vanellope (¡Rome Ralph!), Phineas y el Agente P (Phineas y Ferb) y Anna y Elsa (Frozen). Tampoco podía faltar Mickey Mouse, que llegará a las tiendas el año que viene con su apariencia de aprendiz de brujo. 

Todo esto sin contar el as en la manga que Disney se guarda: la posibilidad de que licencias de su propiedad como Star Wars o Marvel se incorporen al juego más adelante. La maquinaria no ha hecho más que arrancar…
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Valoración final

Jugabilidad: Controlar todos los registros es muy sencillo y aquí se aprecia que estamos ante un juego principalmente dirigido al público infantil. Las misiones no tienen excesivas complicaciones y lo único en lo que sí se aprecia algo de dificultad es a la hora de sacarle todo el partido a sus herramientas de creación. Eso sí, con un poco de entrenamiento pronto estarás en disposición de crear verdaderas maravillas con tu varita mágica.

Gráficos: La recreación de los universos y de los personajes está magistralmente conseguida sin perder en ningún momento la esencia propia de los productos Disney. La única pega es que en ocasiones la imagen se ralentiza cuando hay muchos objetos en pantalla dentro de algunas animaciones.

Sonido: Contar con la mayoría de actores que prestan su voz al personaje original es un punto a favor de Disney Infinity, ya que meterse de lleno en los universos es más fácil así. También ayuda la cuidada selección de temas de las respectivas bandas sonoras de las películas, aunque en algunos momentos el juego sufre por fallos que hacen que algunas conversaciones se queden en el aire.

Duración: Cada Play Set puede llegar a ofrecer unas cinco horas de juego, por lo que sumando los tres incluidos en el pack inicial rondan las quince. A esto hay que sumarle el tiempo que le dediques a investigar y a construir universos en la Toy Box. Hay que tener en cuenta que la experiencia se puede ampliar comprando más figuras y universos, así que la pregunta es: ¿cuánto dinero estás dispuesto a gastarte? 

Conclusión

El cine y los videojuegos nunca se han llevado excesivamente bien, pero parece que por fin tenemos un juego que invierte esta tónica. Porque Disney Infinity es una gran elección si decidimos disfrutar de ambas pasiones al mismo tiempo. Haciendo un símil, es como tener Disneyland en tu propia casa.

Aglutina numerosos géneros en un mismo lugar, lo que hace difícil caer en la monotonía. Además, no hay que olvidar que sus personajes son muy queridos por el gran público, por lo que no es de extrañar que Disney haya apostado por un sistema de juego basado en figuras coleccionables. El negocio está servido. El único peligro es si la empresa decide pensar más en sus beneficios que en seguir mejorando una experiencia de juego bastante satisfactoria. Esperemos que ‘el poderoso caballero don dinero’ no gane esta batalla…
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Toy Story 3

Si te ha gustado te gustará:
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LittleBigPlanet, la saga
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Pokémon Rumble U
Skylanders, la saga

No te quedes sólo en el juego
Película: Cars, Toy Story, ¡Rompe Ralph!, El Llanero Solitario, Piratas del Caribe, Los Increíbles, Monstruos University…
Canción: ‘It’s a small world’, de Disney

**Publicado en AlfaBetaJuega el 06-09-13**

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