25 de octubre de 2012

Análisis de Naughty Bear: Panic in Paradise: ¡Peluches sanguinarios!

 Después de un decepcionante Naughty Bear, 505 Games vuelve a la carga ofreciéndonos Panic in Paradise, una secuela que vuelve a repetir algunos errores. Aunque cuenta con algunos aciertos como la posibilidad de personalizar y mejorar a Malote, el malvado protagonista.

Quien más y quien menos ha tenido un oso de peluche en su infancia. Nuestro mejor amigo a la hora de jugar, el que nunca nos abandona, el que siempre está ahí para darnos un suave abrazo. Pero os aseguramos que después de jugar a Naughty Bear: Panic in Paradise dejaréis de verlo con tan buenos ojos.

Y es que los ositos no son tan tiernos como los pintan. Por lo menos no el protagonista de este juego. Malote parece que tuvo una juventud traumática y eso se traduce en una sed insaciable de violencia, como ya comprobamos en su anterior entrega. Por eso no es raro que haya acudido a Isla Paraíso, un complejo a lo Marina D’Or en el que todo es alegría y diversión, para hacer de las suyas. Máxime cuando sus supuestos amigos se han olvidado de él a la hora de planificar las vacaciones…
Como si de un justiciero se tratase, Malote tendrá que acabar uno tras otro con todos los jefazos del lugar, aunque no dudará en eliminar a todo el que se ponga por delante. Cada misión tendrá lugar en un escenario del complejo distinto (son bastante grandes) y tendrá como objetivo principal acabar con un determinado enemigo, aunque se complementará con todo tipo de tareas secundarias que nos hará aumentar nuestro nivel y conseguir así diversas armas y disfraces.
Porque, más allá de la misión en sí, la gracia del título está en completar todas las tareas para conseguir objetos que luego podremos utilizar: sierras mecánicas, camisas hawaianas, guantes de boxeo, machetes… El problema viene cuando quieres intentar cumplir con todas, ya que son bastante confusas de entender. Por ejemplo, uno de los objetivos más repetidos es conseguir que los osos se suiciden. Pero, ¿cómo lo hacemos? En más de una ocasión la única forma de descubrirlo es por pura casualidad…

Otro de sus principales problemas es que las misiones pueden llegar a ser repetitivas. Y, aunque hay muchas, básicamente todas son iguales. En cada una tendremos que acabar con nuestro enemigo de una forma distinta (con un machete, disfrazado de determinada forma, quemándolo en una hoguera…) y las misiones secundarias suelen ser las mismas, con la única diferencia del lugar en el que se esconde cada objeto.
La inteligencia artificial de nuestros enemigos puede llegar a resultar incomprensible. Aunque ha sido mejorada y en ocasiones tendremos que sudar para matar a algunos osos, muchas veces pensaréis que actúan sin ninguna lógica. Sobre todo a la hora de esconderse en la vegetación. Vale que nos sirvan para camuflarnos, pero de ahí a que estemos en medio de una pelea y nuestros enemigos nos pierdan de vista al meternos en el bosque incluso cuando pisándonos los talones…

Lo que no podemos negar es su peculiar sentido del humor, que en ocasiones puede llegar a ser bastante negro. Si no estáis sobre aviso más de uno pegaréis un salto en el sofá al ver las brutales ejecuciones de Malote abriendo en dos a los osos o despelucharlos hasta que no les quede nada dentro.
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Valoración final

Jugabilidad: Los controles son muy sencillos, aunque la falta de un tutorial hará que tengáis que descubrir las distintas técnicas por vosotros mismos. Podéis atrapar osos, sí, pero tendréis que buscaros la vida para saber cómo… Eso sí, hay que destacar el componente ‘rolero’ que han introducido a la hora de personalizar a nuestro protagonista.

Gráficos: Uno de los principales problemas de su anterior entrega fue el apartado gráfico y, aunque ha mejorado bastante, todavía cuenta con problemas bastante graves como que los osos sean capaces de traspasarse o que de repente algún enemigo desaparezca mientras estamos apalizándolo.

Sonido: La banda sonora se adapta bastante al ambiente vacacional y terrorífico, dependiendo del momento, e incluso los osos tienen su propio (e ininteligible) idioma. Al estar las voces están en inglés se pierden muchos detalles del humor del juego, aunque los subtítulos en castellano minimizan bastante este inconveniente.

Duración: El precio que pagamos por él en PlayStation Network y Xbox Live es bastante aceptable teniendo en cuenta la gran cantidad de misiones con las que cuenta el juego. Pero, como ya hemos recalcado antes, el problema es que pueden llegar a ser demasiado repetitivas.

Conclusión
Sin llegar a ser un gran título, el precio y la mecánica de juego lo hacen bastante atractivo para los que busquen una aventura sin complicaciones. Especialmente recomendado para los usuarios que queráis pasar el rato con la consola y para los que disfrutéis personalizando y mejorando a vuestro personaje.
Eso sí, si habéis jugado a la entrega anterior seguramente notaréis que no ofrece muchas novedades, más allá de una pequeña mejora gráfica. 505 Games intenta ofrecernos un título original y divertido, pero no redondo.

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No te quedes sólo en el juego
Película: Ted de Seth MacFarlane
Canción: Chop Suey de System of a Down

**Publicado en AlfaBetaJuega el 25-10-12**

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