Ya no soy feliz. Ya no hay fútbol en la televisión todos los días. La vida puede ser maravillosa... pero ya no. El fútbol se toma unas vacaciones y nos deja sin nada que hacer.
El Mundial terminó el domingo con los italianos en lo más alto levantando ese codiciado trofeo de campeón del mundo. Pero no fue lo único destacable de este mes de fútbol. Hubo mil y una historias por contar. Unas nuevas, otras las de siempre. Pero muchas curiosidades que no merecen quedar en el olvido.
Zidane: un mito desmitificado.
Era su último Mundial. Su última aportación al mundo del fútbol. La última vez que podríamos disfrutar de su elegancia, de su clase inconfundible, de la suavidad con la que trata el balón. Pero defraudó a muchos. No jugó un gran torneo. Fue un espejimo de lo que estábamos acostumbrados a ver en noches como aquella en Glasgow cuando el Real Madrid ganó su novena Copa de Europa gracias a un golazo suyo. Se perdió un partido por sanción y dejó a su selección con diez en el gran día de la final, cuando el partido estaba en lo más emocionante y quedaba muy poco para conocer quién sería el ganador del Mundial. A falta de diez minutos para que terminara la prórroga y que los penaltis dictaran sentencia, al astro francés se le cruzaron los cables y embistió a Materazzi, como si de un toro ante un torero se tratase. La calva cabeza del francés impactó en el pecho del italiano provocando no sólo el dolor en el defensa, sino en más de uno que lo teníamos en un pedestal. Un jugador que es considerado uno de los mejores de la historia tiene que dar ejemplo y no puede tener incidentes de tal magnitud. La gravedad no viene del cabezazo de la final, sino de las contínuas "idas de olla" de Zidane a lo largo de su carrera: recuerdo una patada de kárate a Emerson en un Juventus-Deportivo de la Coruña en Champions, pisotones en el centro del campo sin venir a cuento, manotazos en la cara... Incluso en el día que iban a grabar una película sobre él lo expulsaron. No sé si lo hace por llamar la atención o porque se le cruza algún cable cada equis tiempo, pero Zidane no merece ser un ejemplo para las generaciones venideras. Es un crack del balón, uno de los mejores jugadores de fútbol que se han visto en años, pero su comportamiento deja mucho que desear y empaña todos los éxitos que ha ido consiguiendo a lo largo de su carrera. Ejemplo de su mal comportamiento es, por ejemplo, que no tuviera el valor de ir a recoger la medalla de subcampeón del mundo después del cabezazo, el mal trato que ha tenido con la prensa española o que tardara unos cuantos días en dar la cara tras el cabezazo. En fin, cada cual a lo suyo. Pero ojalá le quiten el "Balón de Oro" que le han dado (injustamente, según mi opinión).
La eterna decepción española.
"Este es el Mundial de España". ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? Por lo menos una vez cada cuatro años, cuando la prensa se empeña en ilusionarnos. Nosotros, como auténticos burros, nos lo creemos y luego pasa lo que pasa. Decepción y para casa antes de tiempo. Todo el mundo hablaba del cruce de cuartos ante Brasil. Más después del partido contra Ucrania. Pero nadie sabía que antes de los cuartos iban los octavos de final y que Francia, por muy veterana que se presente, siempre es Francia. Siempre pecamos de "no saber competir" y perdemos cuando llega la hora de la verdad. Yo me pregunto: ¿algún día haremos algo en un Mundial o en una Eurocopa? Al paso que vamos... mucho me temo que no.
De todas formas, no me arrepiento de haber creído que "este era el año". El equipo que teníamos era muy bueno, el seleccionador me gustaba y el juego de la Selección enamoraba. El ambiente de la gente era muy bueno y así se demuestra con las masificaciones en la plaza de Colón durante los partidos de España.
Ganamos a Ucrania de forma contundentem ante Túnez demostramos que sabemos remontar partidos difíciles y contra Arabia Saudí, como jugaron los suplentes, no pudimos sacar conclusiones. Luego llegó "lo bueno" y fue cuando la vieja Francia nos dio un buen repaso y nos bajó de la nube. No tiramos a puerta en condiciones ninguna vez... y así no se gana un Mundial. Como dicen los más chistosos del lugar: "España es como el Atleti, impresiona en pretemporada (Ucrania), ilusiona en los torneos veraniegos (Túnez) y se lleva el chasco en la temporada (Francia)".
Italia: gana incluso abandonando su estilo de juego.
Llegaban al Mundial con muchas dudas. En los partidos preparatorios no enamoraban. Empezó el Mundial y seguían recibiendo muchas críticas por su juego. Pero siempre iban ganando. Casi sin hacer nada y con la suerte que les caracteriza (pasaron a cuartos de final gracias a un penalti casi injusto en el último minuto en los octavos) se plantaron en la final. Incluso se permitieron el lujo de abandonar su estilo defensivo de juego en semifinales para dar un recital ofensivo y ofrecer un juego vistoso. Increíble para ser Italia.
Por eso quiero ser italiano. Siempre hacen algo, ya sea Mundial o Eurocopa. Siempre dan la cara. Aún estando inmersos en un juicio por escándalos arbitrales, con sus jugadores abandonando la concentración para declarar, se han logrado reponer y conseguir alzarse con el trofeo. Hasta Gattuso, ese gran "destructor" de juego y de piernas, ha logrado enamorar a la gente. Y lo más sorprendente es que ni Totti, ni Pirlo, dos de los pilares de la selección italiana, han logrado brillar. Pero Italia es mucha Italia y tiene a otros grandes jugadores como Buffon, Cannavaro o Zambrotta que están muy capacitados para sacar asumir la responsabilidad en cualquiero momento. Han sido los justos vencedores. ¡Viva Italia!
Andrés Montes, ese gran narrador... de baloncesto.
Es una cosa que no he entendido ni entenderé nunca. ¿Por qué metieron a Andrés Montes a narrar partidos de fútbol? ¿Acaso no sabían que comentaba baloncesto a la forma americana? ¡El fútbol es distinto del baloncesto!
Me era imposible terminar los partidos. Y no era por el mal juego ni por el tostón. Era por el narrador. ¡Me ponía nervioso! No daba ni un respiro. Todo el rato hablando (más bien voceando), poniendo motes tontos a todo lo que se movía, sin tener ni idea de fútbol (todavía recuerdo el día que tardaron, diciendo frases incoherentes (sandías, en vez de melones cuando se refería a balones mal dirigidos)... Un desastre.
Hay que dar gracias a la Sexta por el gran despliegue de medios que han hecho durante el Mundial y por dar todos los partidos (en ocasiones, hasta cuatro veces el mismo), pero hay que echales la bronca con los comentaristas. Algunos estaban bien, pero Montes... Es como si, ahora que también van a dar el Mundial de Basket, ponen a José Ángel de la Casa a comentar los partidos. Ilógico. La única duda que tengo es sobre Julio Salinas. Se ha soltado demasiado con Andrés Montes. ¿Cómo será cuando vuelva al ritmo cansino de José Ángel de la Casa?
Zidane: un mito desmitificado.
Era su último Mundial. Su última aportación al mundo del fútbol. La última vez que podríamos disfrutar de su elegancia, de su clase inconfundible, de la suavidad con la que trata el balón. Pero defraudó a muchos. No jugó un gran torneo. Fue un espejimo de lo que estábamos acostumbrados a ver en noches como aquella en Glasgow cuando el Real Madrid ganó su novena Copa de Europa gracias a un golazo suyo. Se perdió un partido por sanción y dejó a su selección con diez en el gran día de la final, cuando el partido estaba en lo más emocionante y quedaba muy poco para conocer quién sería el ganador del Mundial. A falta de diez minutos para que terminara la prórroga y que los penaltis dictaran sentencia, al astro francés se le cruzaron los cables y embistió a Materazzi, como si de un toro ante un torero se tratase. La calva cabeza del francés impactó en el pecho del italiano provocando no sólo el dolor en el defensa, sino en más de uno que lo teníamos en un pedestal. Un jugador que es considerado uno de los mejores de la historia tiene que dar ejemplo y no puede tener incidentes de tal magnitud. La gravedad no viene del cabezazo de la final, sino de las contínuas "idas de olla" de Zidane a lo largo de su carrera: recuerdo una patada de kárate a Emerson en un Juventus-Deportivo de la Coruña en Champions, pisotones en el centro del campo sin venir a cuento, manotazos en la cara... Incluso en el día que iban a grabar una película sobre él lo expulsaron. No sé si lo hace por llamar la atención o porque se le cruza algún cable cada equis tiempo, pero Zidane no merece ser un ejemplo para las generaciones venideras. Es un crack del balón, uno de los mejores jugadores de fútbol que se han visto en años, pero su comportamiento deja mucho que desear y empaña todos los éxitos que ha ido consiguiendo a lo largo de su carrera. Ejemplo de su mal comportamiento es, por ejemplo, que no tuviera el valor de ir a recoger la medalla de subcampeón del mundo después del cabezazo, el mal trato que ha tenido con la prensa española o que tardara unos cuantos días en dar la cara tras el cabezazo. En fin, cada cual a lo suyo. Pero ojalá le quiten el "Balón de Oro" que le han dado (injustamente, según mi opinión).
La eterna decepción española.
"Este es el Mundial de España". ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? Por lo menos una vez cada cuatro años, cuando la prensa se empeña en ilusionarnos. Nosotros, como auténticos burros, nos lo creemos y luego pasa lo que pasa. Decepción y para casa antes de tiempo. Todo el mundo hablaba del cruce de cuartos ante Brasil. Más después del partido contra Ucrania. Pero nadie sabía que antes de los cuartos iban los octavos de final y que Francia, por muy veterana que se presente, siempre es Francia. Siempre pecamos de "no saber competir" y perdemos cuando llega la hora de la verdad. Yo me pregunto: ¿algún día haremos algo en un Mundial o en una Eurocopa? Al paso que vamos... mucho me temo que no.
De todas formas, no me arrepiento de haber creído que "este era el año". El equipo que teníamos era muy bueno, el seleccionador me gustaba y el juego de la Selección enamoraba. El ambiente de la gente era muy bueno y así se demuestra con las masificaciones en la plaza de Colón durante los partidos de España.
Ganamos a Ucrania de forma contundentem ante Túnez demostramos que sabemos remontar partidos difíciles y contra Arabia Saudí, como jugaron los suplentes, no pudimos sacar conclusiones. Luego llegó "lo bueno" y fue cuando la vieja Francia nos dio un buen repaso y nos bajó de la nube. No tiramos a puerta en condiciones ninguna vez... y así no se gana un Mundial. Como dicen los más chistosos del lugar: "España es como el Atleti, impresiona en pretemporada (Ucrania), ilusiona en los torneos veraniegos (Túnez) y se lleva el chasco en la temporada (Francia)".
Italia: gana incluso abandonando su estilo de juego.
Llegaban al Mundial con muchas dudas. En los partidos preparatorios no enamoraban. Empezó el Mundial y seguían recibiendo muchas críticas por su juego. Pero siempre iban ganando. Casi sin hacer nada y con la suerte que les caracteriza (pasaron a cuartos de final gracias a un penalti casi injusto en el último minuto en los octavos) se plantaron en la final. Incluso se permitieron el lujo de abandonar su estilo defensivo de juego en semifinales para dar un recital ofensivo y ofrecer un juego vistoso. Increíble para ser Italia.
Por eso quiero ser italiano. Siempre hacen algo, ya sea Mundial o Eurocopa. Siempre dan la cara. Aún estando inmersos en un juicio por escándalos arbitrales, con sus jugadores abandonando la concentración para declarar, se han logrado reponer y conseguir alzarse con el trofeo. Hasta Gattuso, ese gran "destructor" de juego y de piernas, ha logrado enamorar a la gente. Y lo más sorprendente es que ni Totti, ni Pirlo, dos de los pilares de la selección italiana, han logrado brillar. Pero Italia es mucha Italia y tiene a otros grandes jugadores como Buffon, Cannavaro o Zambrotta que están muy capacitados para sacar asumir la responsabilidad en cualquiero momento. Han sido los justos vencedores. ¡Viva Italia!
Andrés Montes, ese gran narrador... de baloncesto.
Es una cosa que no he entendido ni entenderé nunca. ¿Por qué metieron a Andrés Montes a narrar partidos de fútbol? ¿Acaso no sabían que comentaba baloncesto a la forma americana? ¡El fútbol es distinto del baloncesto!
Me era imposible terminar los partidos. Y no era por el mal juego ni por el tostón. Era por el narrador. ¡Me ponía nervioso! No daba ni un respiro. Todo el rato hablando (más bien voceando), poniendo motes tontos a todo lo que se movía, sin tener ni idea de fútbol (todavía recuerdo el día que tardaron, diciendo frases incoherentes (sandías, en vez de melones cuando se refería a balones mal dirigidos)... Un desastre.
Hay que dar gracias a la Sexta por el gran despliegue de medios que han hecho durante el Mundial y por dar todos los partidos (en ocasiones, hasta cuatro veces el mismo), pero hay que echales la bronca con los comentaristas. Algunos estaban bien, pero Montes... Es como si, ahora que también van a dar el Mundial de Basket, ponen a José Ángel de la Casa a comentar los partidos. Ilógico. La única duda que tengo es sobre Julio Salinas. Se ha soltado demasiado con Andrés Montes. ¿Cómo será cuando vuelva al ritmo cansino de José Ángel de la Casa?
Como he dicho antes, el fútbol nos ha abandonado hasta la próxima temporada. Ahora tenemos un tiempo de reflexión y de aburrimiento. Hasta que llegue el momento en el que el balón vuelva a rodar de nuevo, nos queda rememorar los éxitos del Sevilla y del Barça, ya que nuestra Selección todavía no nos da alegrías, y ver cómo disfrutan los italianos del triunfo mientra la envidia (sana, eso sí) se apodera de nuestro cuerpo mientras pensamos si un día llegaremos a estar allí...
Porque la vida puede ser maravillosa... pero ahora mismo no. Te necesito, fútbol.
Porque la vida puede ser maravillosa... pero ahora mismo no. Te necesito, fútbol.
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