El 11 de julio de no es un día cualquiera para los españoles. Desde hace un año, el 11-J es una fecha señalada en rojo en nuestros calendarios. Ese día tocamos el cielo gracias a la Selección Española y gracias a un Andrés Iniesta que paró nuestros corazones en el minuto 116 de la final del Mundial de Sudáfrica 2010. Su gol nos supo a gloria. Su gol unió a todo el país. Su gol nos convirtió en CAMPEONES DEL MUNDO.
No fue fácil ponerle la estrella a nuestra camiseta. Máxime cuando la competición no empezó demasiado bien con aquella dolorosa derrota ante Suiza en el debut. A partir de ahí la Roja se enfrentó a seis finales consecutivas. Partidos a vida o muerte en los que cualquier desliz te mandaba a casa. Pero los nuestros dieron una lección de buen fútbol y superaron el reto con mayúsculas. Honduras, Chile, Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda fueron doblando la rodilla uno a uno. Poco pudieron hacer ante las paradas de Casillas, el ímpetu de Puyol, el control del balón de Xavi, la magia de Iniesta o los goles de Villa. Ni siquiera la dureza con la que se emplearon los holandeses (cómo olvidar la tremenda patada en el pecho de De Jong a Xabi Alonso) pudo con los nuestros.
El dios del fútbol hizo justicia aquella noche en el estadio Soccer City de Johannesburgo y los CAMPEONES DE EUROPA se proclamaron también CAMPEONES DEL MUNDO.
Minuto 116 de partido. Sucedió esto:
En la celebración se vivieron momentos inolvidables:
Un día después España entera salió a la calle para celebrarlo. Y Pepe Reina ejerció de maestro de ceremonias:
Nunca olvidaremos todos estos momentos. Como tampoco olvidaremos la banda sonora del Mundial 2010. El ‘Waving flan’ de K’Naan y David Bisbal y, sobre todo, el ‘Waka waka’ de Shakira siempre formarán parte de nuestra victoria.
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