
Este doctor en Ciencias de la Información por la UCM (“vuelvo a casa”, indicó) sólo necesitó unos segundos para sentirse cómodo en lo alto de la tarima. No en vano Santiago Coca es también profesor de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol y por sus manos han pasado técnicos de la talla de Luis Aragonés, Pep Guardiola o Jorge Valdano, entre otros. Su facilidad de palabra y su don para la comunicación aparecieron en seguida y se mantuvieron durante la distendida charla que mantuvo con los estudiantes.
Lejos de comenzar su intervención pasando directamente al deporte, tema central de la asignatura en la que estaban matriculados sus oyentes, empezó hablando de la vida. Se declaró seguidor del filósofo francés Edgar Morin y de su Pensamiento Complejo. “Nada es simple”, sostiene esta teoría, “la simplicidad no es más que un disfraz de la pereza y la falta de esfuerzo”. El Pensamiento Complejo se sustenta en cuatro pilares básicos: el orden, el desorden, la relación y la organización. “La ecuación de la vida se extrae de la suma de estos cuatro factores”, apuntó Coca, quien inmediatamente llevó su elocución al tema deportivo.
El profesor de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol afirmó que no existe ‘el deporte’ en singular, sino que son ‘los deportes’, en plural. Esta complejidad se ha ido adquiriendo con el paso de los años y se puede observar en la evolución de los Juegos Olímpicos. Desde su nacimiento en Grecia, en los que sólo había una prueba, hasta estos últimos celebrados en Pekín han cambiado mucho. “Aquellas manifestaciones gestuales y deportivas de antes no las encontramos en la actualidad”, subrayó.
A continuación Santiago Coca se centró en el ámbito puramente periodístico del deporte. Explicó que los profesionales del periodismo deben dejar de lado sus sentimientos, sus aficiones y sus colores a la hora de llevar a cabo su profesión. “La verdadera labor del periodista es buscar la verdad y para ello lo correcto es documentarlo con datos, gráficos y estadísticas”.

Antes de dar por finalizada su charla con el correspondiente turno de preguntas, en el que salieron a colación temas tan de moda como la clave del éxito de Pep Guardiola, uno de sus pupilos, en el Barça (“es un profesional que ama su trabajo y a la gente que le rodea por encima de todas las cosas”), se habló del poder de los periodistas. Culpó al tipo de lenguaje belicista que se usa en las crónicas y en las narraciones deportivas de fomentar la violencia entre los aficionados. Haciendo un símil de guerra, comparó las palabras con armas y dijo que “muchos los periodistas no son conscientes de la influencia que tienen en la opinión pública”.