Si a cualquier aficionado al fútbol le instan a hacer una lista con sus periodistas deportivos preferidos probablemente aparezcan en ella algunos mediáticos como Paco González, Santiago Segurola, Tomás Roncero o Antonio Lobato. Son ellos los que tienen la gran ventaja de poder expresar su opinión en un gran medio de comunicación y por ello son referencia de miles de seguidores. Pero no son las únicas fuentes de sabiduría de las que los forofos pueden beber. Existen otros periodistas deportivos más anónimos que han aprovechado las posibilidades de internet para hacerse un hueco en la “blogosfera” futbolística. Es el caso de Miguel Gutiérrez, un joven que salió de la facultad hace siete años y que ha ido encaminando su trayectoria profesional hacia lo que más le gusta: el periodismo deportivo.
Lunes, día de resaca futbolista. Un aficionado cualquiera, seguidor del Real Madrid, se dispone a afrontar su jornada laboral y para hacerla más amena compra el periódico deportivo. Su equipo perdió ayer y espera encontrar algo positivo de la derrota. Al observar la portada le cambia la cara. El resultado del encuentro aparece en una esquinita, escondido. Todo lo contrario que el titular, bien grande y acompañado de una fotografía a toda página: ‘Cristiano Ronaldo será blanco la próxima temporada’. “Menos mal, por fin una alegría”, piensa.
Esta escena se repite semana tras semana y es en esta acción en la que como explica Miguel Gutiérrez se sustenta el negocio de la prensa deportiva: “la mayoría de los aficionados compran el periódico no para informarse, sino para ilusionarse con su equipo”. Los directores de los medios de comunicación deportivos se tienen bien aprendida la lección: hay que darle al lector lo que éste pide. “¿O son los lectores los que consumen lo que el periódico les ofrece?”, reflexiona Gutiérrez.
Podemos comprobarlo si esta hipótesis es cierta de manera muy simple. La función que en la actualidad cumplen los medios especializados en deportes es la de crear ilusión y polémica en la sociedad. Se basan en el amor/odio de los aficionados hacia los colores de un club para vender más periódicos, “porque no olvidemos que los medios de comunicación no dejan de ser empresas, cuyo fin principal es conseguir el máximo beneficio”, señala el responsable del blog La libreta de Van Gaal. Esto lo consiguen vendiendo sus espacios publicitarios a un precio alto y para ello hace falta tener el mayor número de lectores posibles. ¿Y cómo se consiguen más lectores? Dándoles aquello que quieren leer, es decir, minimizando las derrotas y engrandeciendo los aspectos positivos de su club, regalándoles los oídos con futuros fichajes y persiguiendo a todo aquel que se interponga en el camino de su equipo hacia el triunfo final (véase los árbitros).
En este ciclo es vital la participación de un nuevo tipo de periodistas llamados “bufanderos”, aquellos que escriben con el escudo de su equipo por delante y que suministran al lector unas cuantas forofadas que podrá repetir a modo de argumentos junto a la barra del bar o en la oficina como si fueran de su cosecha. “Tienen tal importancia estos periodistas”, argumentó Gutiérrez, “que incluso hay gente que compra el As sólo por leer a Tomás Roncero o a Manolete”.
De esta forma se observa que en el género deportivo la información queda relegada a un segundo plano. Miguel Rico, director adjunto de El Mundo Deportivo, lo resumió todo en una frase tan gráfica como cierta: “hoy en día vende más un tenedor del Barça que una noticia”. Sobran las palabras.
Y respecto a este tema (la bufanda del Real Madrid, la radio del Barça, el albornoz del Atlético de Madrid…), el componente del blog Diarios de fútbol se mostró muy crítico y las señaló como las principales culpables de la falta de objetividad en la prensa deportiva: “hace poco tiempo el director de Marca y Ramón Calderón se enzarzaron en una discusión por culpa de dichas promociones. Eduardo Inda reprochó a los medios que falsean su información con tal de conseguir la licencia para una tostadora oficial. El presidente del Real Madrid le rebatió diciendo que no era cierto, pero en el fondo sabía que sí”.
Un periódico aséptico es posible
Por último, Miguel Gutiérrez, en la actualidad redactor jefe de sportYou, dejó abierta una puerta a la esperanza. Entiende la dificultad reconvertir el modelo de negocio de la prensa deportiva porque ya está creado con el fútbol como rey y con la bicefalia Real Madrid-Barça en el plano más importante, pero aseguró que “con las nuevas posibilidades que brinda internet podríamos llegar a tener un periódico de calidad. Para llegar a lograrlo haría falta educar al lector, cambiar su mentalidad, y eso no es tarea fácil. De todas formas, en mi opinión gracias a internet sí sería posible”.