Los herejes, perseguidos a lo largo de toda la historia. Llegaron a ser un peligro para la Iglesia. Ahora todos están en silencio...
Las herejías son más antiguas de lo que la gente cree. El propio Jesús las anunció en su tiempo. Y es que se considera herejía cualquier tergiversación cometida a propósito del mensaje de Cristo.
En la actualidad se realizan muchos descubrimientos referentes a este tema. En algunas cuevas profundísimas se encuentran rastro de algunos signos esotéricos, algunos todavía no identificados, que se corresponden con herejías. Los investigadores prestan especial atención a los eremitorios, grandes centros de poder donde los cristianos se refugiaban en comunidad de las persecuciones a las que eran sometidos por la sociedad. Estos lugares eran elegidos por los cristianos para proceder a su encuentro con Dios e, incluso, para morir en intimidad.
Alejandría, Egipto o Palestina son comunidades muy ricas en cuanto al número de eremitorios. En España, el valle del Silencio, en la zona de El Bierzo (León), es una zona famosa en cuanto a estos eremitorios, en cuyo interior se encuentran grandes altares y pequeñas piscinas bautismales (recordemos que los ritos del bautismo y purificación los realizaban por inmersión).
Prisciliano, la amenaza de la Iglesia
En nuestro país es muy famosa la herejía de Prisciliano, un obispo de Ávila que fundó el priscilianismo. El punto más importante de esta herejía es que sostenían que la Santa Trinidad en realidad constaba de dos personas, El Padre y el Hijo, siendo este último el menos importante.
Prisciliano era tan carismático que numerosos obispos se adhirieron a su pensamiento. Entre sus peculiaridades estaban las de orar desnudos (era la forma de mostrar a la divinidad que estabas limpio y que eras puro), realizaba la eucaristía con leche y uvas, daba importancia a los evangelios apócrifos... Pero lo que diferencia al priscilianismo era la importancia que tenían las mujeres. Éstas podían llegar a convertirse en sacerdotisas y a ser predicadoras.
La Iglesia española vio en Prisciliano a un peligro en potencia, así que decidió ejecutarlo. Se convirtió de esta forma en el primer cristiano que la Iglesia decidió liquidar.
Cuenta la leyenda que su cuerpo puede estar dentro de la tumba del apóstol Santiago, en Santiago de Compostela. Unas excavaciones arqueológicas realizadas en secreto en 1879 encontraron huesos de mujeres en la tumba del apóstol Santiago, lo que parece descartar que el cuerpo del apóstol se encuentre dentro. Entonces, ¿podría ser el cuerpo de Prisciliano el que repose en dicha tumba?
**Publicado en Cadenaser.com el 26-04-09**