La final se presentaba desequilibrada a favor del conjunto ruso. Contaba con las bajas de Elena Dementieva (4ª en la lista WTA), Dinara Safina (5ª) y María Sharapova (6ª), centradas más en la competición individual, pero aún así contaba entre sus filas con Svetlana Kuznetsova (7ª) y Vera Zvonareva (9ª). La española mejor clasificada en el ranking era Anabel Medina (29ª), así que se antojaba difícil la tarea de llevarse el título. De todas formas el hecho de jugarse la final en casa, en Madrid, parecía igualar algo las fuerzas.
La primera jornada de competición se disputó el sábado 13 de septiembre y no trajo muy buenas noticias para España. Después de una bonita ceremonia de apertura la eliminatoria comenzó con el duelo entre Anabel Medina y Vera Zvonareva, números uno y dos de sus respectivos equipos. La española entró tarde en el partido y eso le costó regalar el primer set con un tanteo de 6-3. Lo mismo parecía que iba a ocurrir en la segunda manga, ya que Anabel perdió su saque en el juego inicial, break que certificó Zvonareva con su servicio, pero la valenciana se repuso y consiguió colocarse con un 4-2 favorable en el marcador. La rusa no se amilanó y lejos de dar por perdido el set se aferró con fuerza a la pista. Fruto de ese empeño se adjudicó cuatro juegos consecutivos y con ello el partido y el primer punto de la eliminatoria para su equipo.
Carla Suárez tenía la difícil papeleta de igualar la contienda ante la número 7 del mundo, Svetlana Kuznetsova. La canaria, en el puesto 49 del ranking, entró fría en el encuentro y pronto se vio perdiendo 3-0. El público empezó a animar con más fuerza y esto, unido a un breve bajón en el juego de Kuznetsova, hizo que el partido se igualase. Durante un instante parecía que Carla Suárez iba a ser capaz de doblegar a la rusa, pero tan solo fue un espejismo. Pronto las cosas volvieron por sus fueros. Kuznetsova demostró su condición de “top ten” y se impuso con claridad 6-3 6-1. Rusia terminó el día a un paso de conseguir el título.
Con la eliminatoria ya sentenciada el público que acudió al Club de Campo de Madrid pudo disfrutar de un partido más. Saltaron a la pista Elena Vesnina y Ekaterina Makarova por parte rusa y Nuria Llagostera y Carla Suárez por parte española. El encuentro, al igual que toda la final, tuvo color ruso. 6-2 6-1 fue el resultado que campeó en el marcador y que presidió la posterior ceremonia de entrega del trofeo. Las cuatro españolas, al igual que su capitán Miguel Margets, contemplaron no sin cierta envidia a las rusas levantar la Copa Federación, ese título que se le resiste a España desde hace una década. Habrá que intentarlo el próximo año…