28 de febrero de 2008

¿Se atreverá TVE a mandar a Rodolfo Chikilicuatre a Eurovisión?

Para la edición de este año del “festival de la canción” Eurovisión Televisión Española propuso una nueva alternativa para elegir a nuestro candidato. A través de MySpace.com todo el que quiso pudo presentar su candidatura para ser el representante de TVE (que no de España) en el festival de Eurovisión que se celebrará en Belgrado allá por el mes de mayo. Con esto la cadena estatal pretendía relanzar el tan devaluado certamen haciendo más partícipe al público en el proceso de selección. Pero les ha salido el tiro por la culata. O eso parece porque el ganador de las votaciones ha sido Rodolfo Chikilicuatre, un “cantante” muy alejado de lo que se esperaban los directivos de la cadena. Además, su victoria no ha sido fruto de la casualidad: ha arrasado a sus rivales doblando en votos al segundo clasificado. ¿Irá finalmente Chikilicuatre a Eurovisión? El pueblo ha demostrado con sus votos que lo quiere allí, pero la última palabra la tiene TVE.

Para ponernos en situación diremos que el susodicho Rodolfo Chikilicuatre es un producto salido de la factoría Buenafuente. Uno de esos frikis que pasan por el plató del programa cada noche y al que los guionistas del late-night consideraron idóneo para representar a España en Eurovisión. “Para hacer el ridículo con cantantes serios, mejor ir directamente a hacerlo con un friki”, debieron pensar. Y así fue como este peculiar personaje, interpretado por el actor David Fernández, se presentó al proceso de votación con “El baile del chiki-chiki”, una canción muy pegadiza con una letra tan cómica como su guitarra de juguete.

El público decidió que él era el que mejor podía representarnos en Eurovisión. Pero no para ganar, sino para divertirnos porque recordemos que el festival últimamente se parece más a una cadena de favores políticos entre los países balcánicos que a un concurso musical. A nosotros no nos votan ni nuestros vecinos, así que poco tenemos que hacer.

Eurovisión está muerto como “festival de la canción” tal como hemos ido observando en las últimas ediciones. En la actualidad se premia más a la originalidad y a la puesta en escena que a la canción en sí. ¿Y qué mejor que llamar la atención que enviando a un candidato que se aleje del prototipo de cantante habitual? Eso también han debido pensar en Irlanda, ya que presentará a un títere muy famoso allí, el pavo Dustin. Otra “frikada” que añadir a la lista.

Lo dicho, que lo mejor será ir al festival a reírnos y con Rodolfo Chikilicuatre las carcajadas están aseguradas. Ganar no ganaremos, pero por lo menos nos evitaremos ridículos tan bochornosos como el que hicieron Las Ketchup o D’Nash en ediciones anteriores. Más que cantar, “dieron el cante” sobre el escenario.

Volviendo a Eurovisión 2008, el próximo 8 de marzo conoceremos definitivamente quién nos representa en Belgrado. “El baile del chiki-chiki” participará junto con los cuatro mejores clasificados en las votaciones y otros cinco elegidos por los expertos en una gala. El ganador tendrá el “privilegio” de pasear el nombre de España por Serbia allá por el mes de mayo.

Seguramente no tengamos la oportunidad de ver a Chikilicuatre “cantando” en Belgrado porque a TVE no le ha sentado nada bien la elección del público. Prueba de ello es que durante las votaciones, programas como “Corazón, corazón” hicieron resúmenes de los distintos candidatos y, curiosamente, en ninguno aparecía el “chiki-chiki”, a pesar de ir liderando la clasificación. ¿Celos porque la candidatura proviene de Buenafuente y, más concretamente, de la Sexta?

Ya veremos si Televisión Española, votaciones aparte, tiene el valor necesario para enviar a Rodolfo Chikilicuatre a Eurovisión. A su favor cuenta con la tremenda expectación que ha levantado la canción, que seguramente se traducirá en una audiencia similar a cuando la triunfita Rosa “de España” nos representó con su “Europe’s living a celebration”. Pero queda el recelo de que es un tema ideado por una televisión de la competencia para reírse del festival.

El público ya ha demostrado que quiere a un friki en Eurovisión. Veremos qué ocurre finalmente el próximo 8 de marzo. Mientras tanto, “un bloody mary, por favor”.

8 de febrero de 2008

Carta a Zidane de un aficionado arrepentido

El jueves por la noche emitieron en Canal + un documental sobre la retirada de Zinedine Zidane que recomiendo encarecidamente a todos los amantes del fútbol en general y a los seguidores del jugador francés en particular. Está magníficamente hecho y además es una fantástica oportunidad de conocer de primera mano las sensaciones de todo un número uno en el mundo del fútbol ante los últimos partidos de su dilatada carrera deportiva.

Cuando Zidane anunció que dejaba el fútbol al finalizar el Mundial de Alemania empecé a pensar que debía hacer algo especial, ya que decía adiós uno de los grandes nombres propios del fútbol que seguramente será recordado como una leyenda. Me sentía en la obligación de rendirle mi pequeño homenaje como agradecimiento por todas las buenas tardes y noches de fútbol que me había hecho pasar. Y es que el ex-jugador del Real Madrid lo tenía todo: elegantes movimientos sobre el campo, un delicado toque con el que parecía mimar el balón, regates de salón que dejaban atrás a sus rivales atrás sin que éstos pudieran hacer nada, goles de fantasía como aquel zurdazo que se inventó el día de la Novena en Glasgow…

Aprovechando mi afición por el periodismo, pensé en escribir un pequeño artículo agradeciéndole todo lo que había hecho por el mundo del fútbol, pero hubo algo que me hizo cambiar radicalmente mi opinión sobre el francés. Una acción muy fea que me derrumbó el mito. En ese momento para mi Zidane descendió al infierno de los villanos. El cabezazo que le propinó a Materazzi en la final del Mundial se me clavó en el alma. Me sentía traicionado por ese virtuoso del balón. No le veía capaz de hacer semejante cosa. Pero así ocurrió…

Ese cabezazo hizo que me pillase un cabreo monumental con él. Un jugador de su talla, ejemplo a seguir para muchos niños, no podía hacer algo así y menos en una fecha tan señalada como lo era la final del Mundial, cuando millones de espectadores en todo el mundo estaban pendientes de ese partido…

Mi enfado llegó hasta tal punto que le desbanqué del trono en el que le tenía… hasta el jueves. Y digo hasta el jueves porque el documental me hizo darme cuenta de que Zidane, aunque a muchos les cueste creerlo, es un ser humano igual que tú y que yo. Viendo las escenas en su casa jugando al fútbol con sus hijos o las charlas con sus hermanos y amigos me percaté de que Zidane también es una persona normal. ¿Y a quién no le ha superado una situación hasta el punto de hacer algo sin pensar en las consecuencias? Eso mismo le pasó a “Zizou” ante Materazzi. No supo mantener la calma ante las provocaciones del defensor italiano y actuó mal. Eso lo sabemos todos. Incluso él. Pero no podemos juzgar al astro francés por una acción puntual (por muy grave que sea), sino por toda su trayectoria y la del gran Zinedine Zidane es impecable. Más que por los numerosos títulos que adornan su palmarés, el “10” de la selección francesa destacaba por una cosa: era una gran persona. Y todos los que le rodeaban coincidían en ello.

Rectificar es de sabios y es lo que yo pretendo hacer hoy con esta carta. Han sido dos años renegando de tu clase y de tu brillante juego justificándome con ese maldito cabezazo. Pero nunca es tarde para darse cuenta. Por encima de todo está tu fútbol y las lecciones magistrales que nos has ofrecido sobre el campo. Siento haberme portado mal contigo…

Antes de despedirme, quiero darte las gracias por todo lo que me has dado, "Zizou". A mí y al mundo del fútbol. Nunca más habrá otro como tú. ;-)

Firmado: un amante del fútbol que te echa de menos sobre los terrenos de juego.