23 de diciembre de 2006

Mi primera gran entrevista


Faltaba muy poco para que el calendario marcara el día de Nochebuena. El centro de Madrid estaba repleto de gente intentando hacerse con ese regalo que siempre se deja para última hora. La Gran Vía iluminada por pequeñas luciérnagas colgadas de hilos de acero era un interminable mar de cabezas que se mezclaba con el horizonte.
Como si de un pez nadando a contracorriente se tratase, me interné en la marea humana hasta llegar a los estudios de la Cadena SER. Los nervios iban en aumento a cada paso que daba. Iba a entrevistar a una de las voces más características de la radio española. A aquella persona con la que fin de semana tras fin de semana me encontraba en las ondas para disfrutar del fútbol en estado puro.
Tuve que esperar un buen rato en la puerta hasta que él llegó. Los minutos parecían horas, pero cuando la idea de que se hubiera olvidado de nuestra cita comenzaba a revolotear en mi cabeza, escuché esa voz tan característica que posee. Ahí estaba Paco González. Y no estaba solo. Iba acompañado de Antoñito Ruiz, otra de las voces que me amenizaban los fines de semana. Los tres subimos en el ascensor hasta la redacción. Ellos iban hablando de sus cosas mientras yo era incapaz de articular palabra. Escuchar sus voces me hacía trasladarme al sofá de mi casa mientras veía un partido de fútbol con Carrusel Deportivo de fondo. Pero pronto supere el “miedo escénico” y compartí una breve tertulia futbolística con ellos para ir rompiendo el hielo.
Llegamos a la redacción y tuve que esperar de nuevo porque Paco González tenía otra entrevista para un programa de televisión. No importó porque me sentí como un niño pequeño con un juguete nuevo. Desde mi silla pude comprobar el mundo aparte que es una redacción de verdad. La gente iba y venía estresada y con el teléfono en la mano pidiendo a gritos unos papeles que estaban “Dios sabía dónde”.
Había una parte de la redacción que destacaba del resto. Ese grupo de personas no era otro que el que formaban los componentes de Carrusel Deportivo. Entre el estrés general resaltaba el cachondeo y la tranquilidad que desprendían todos aquellos periodistas. Descubrí así el gran secreto del programa: son un grupo de amigos que disfrutan haciendo lo que más les gusta.
Estaba yo todavía sumido en mi deseo de en un futuro ser uno más de aquella plantilla cuando Paco González me llamó a su mesa para comenzar la entrevista. Dejé los nervios en la silla en la que estaba sentado y me puse el traje de periodista para entrevistarle. Fueron diez minutos maravillosos. Muy pronto encontré en sus palabras una complicidad que me hizo sentir muy cómodo. Más que una entrevista fue una tertulia de bar entre dos amigos.
Terminé la entrevista y me despidió con la cordialidad y simpatía con la que me trató durante todo el tiempo. ¡Así da gusto! Me fui de aquella redacción sumido en una nube. Había entrevistado a uno de mis “ídolos”. Mi primera gran entrevista…

JoCaN: Carrusel Deportivo es un programa maratoniano. A veces incluso te puedes pasar seis horas en el estudio ¿Cómo aguantas tantas horas sentado en una silla?

Paco González: El secreto para estar tanto tiempo allí metido es intentar aguantarse las ganas de ir al servicio, aunque yo a veces me escapo aprovechando las desconexiones territoriales, bebiendo mucha Coca-cola y estando rodeado de la gente con la que estoy. A veces piensas que puedes estar en sitios mejores, pero yo me divierto mucho allí.


J: ¿No te saturas de ver tanto fútbol?

P: No. Te saturas si el partido es malo, pero el fútbol en sí nunca me va a saturar, me chifla. Cuando voy a ver a mi hijo jugar al fútbol con su equipo disfruto y mira que son un desastre. Han empezado a jugar hace cuatro partidos y no saben ni cómo colocarse, pero aún así me lo paso bien viéndolos jugar.


J: ¿Tienes algún ritual o alguna manía antes de entrar al estudio que te dé suerte?

P: Ritual sí tengo, pero no es por buscar suerte. Siempre suelo hacer una distribución horaria parecida: suelo venir tres horas antes de que empiece el programa para leerme toda la prensa y los sábados y domingos suelo comer lo mismo, pero no por manía, sino porque como el plato combinado de Nebraska que más me gusta.


J: El dúo Paco González-Pepe Domingo Castaño es todo un clásico en las ondas. Se nota mucho la ausencia de alguno de los dos o de alguno de los que componen el equipo de Carrusel Deportivo. El buen rollo y el ambiente se pierde un poco con la falta de alguno de vosotros.

P: Cuando falta Pepe Domingo, que afortunadamente son muy pocas veces, no tenemos la misma alegría ni se monta el mismo cachondeo en el estudio. También cuando falta Manolo Lama en la narración de un partido especial o si faltara, que todavía no se ha producido, Hevia leyendo los mensajes el ambiente es distinto. Hay gente a la que sin ser imprescindible, que no lo somos ninguno, echamos de menos. Nos hemos acostumbrado a hacer todo tan en equipo que se nota cuando falta alguien.


J: ¿Quizá sea que sois como una gran familia el éxito de Carrusel Deportivo?

P: No sólo eso, hay varios factores. Primero, que Carrusel Deportivo es una marca histórica, de toda la vida, equiparable al Telediario; segundo, que la Cadena SER es posiblemente la mejor emisora de radio que existe en el mundo; y por último que el equipo que hay es de un gran talento y todos disfrutamos mucho tanto preparando el programa, como haciéndolo y luego comentando el resultado.


J: La ley antitabaco también afectó al programa. Además de no permitirte fumar durante las horas y horas de emisión se prohibió decir una de las frases por las que más se reconoce al program:, “Pepe, un purito”. ¿Fue como perder a un hijo de Carrusel Deportivo?

P: Yo no lo entiendo así. Ahora mismo el anuncio del tractor o del cemento han suplido ese hueco que antes tenía el del purito. No lo entiendo como una gran pérdida porque mañana será una cerveza y pasado será otra cosa. No lo miro con pena ni con nostalgia. Son modas que vienen y van.


J: Aunque mucha gente no lo sabe Paco González empezó como narrador de partidos. ¿Lo echas de menos?

P: Sí porque narrar un partido de fútbol es lo más bonito que hay y lo mejor que puede existir en este mundillo. Ahora estoy en una posición muy cómoda como director de este programa, pero lo volvería a hacer sin ningún problema.


J: El estar tantas horas metido en el estudio y tener que transmitir todos los partidos desde allí supone que no puedas ir al estadio. ¿Tienes “mono” de vivir un partido rodeado del ambiente del campo?

P: Sí, tengo mucho “mono” de ir al estadio. Por eso los Mundiales, las Eurocopas y las finales procuro vivirlas desde el estadio. El problema es que esto conlleva muchas complicaciones técnicas y no quiero abusar mucho de mi equipo. El “mono” se me va pasando con estos partidos que antes he dicho e incluso yendo a ver los partidos del equipo mi hijo.


J: A Paco González podemos escucharle en la radio todos los sábados y domingos, muchos martes y miércoles e incluso algún jueves. Además de vez en cuando también participa por las noches en El Larguero. ¿Cuándo descansas?

P: Ahora que ya no trabajo en la televisión sólo los lunes y los viernes. Los demás días me los paso trabajando a tope.


J: ¿Te compensa trabajar tanto?

P: Sí me compensa porque tengo un trabajo que me hace feliz. Conozco casos incluso en mi propia familia de gente que no puede tenerlo y por eso no lo cambio por nada. El horario que llevo yo te fastidia porque no estás mucho en casa, no tienes fines de semana para viajar con la familia, tus hijos te echan de menos y llegas tarde a casa, pero me compensa porque me lo paso muy bien.


J: Si alguien te propusiera volver a la televisión, ¿volverías a presentar algún programa del estilo del desaparecido “Maracaná ’06”?

P: Sí, volvería a presentarlo. Con cambios, pero volvería. Creo que el problema que tuvo es que, primero a lo mejor somos muy malos nosotros, y segundo que los lunes la gente está ya un poco saturada de tanto fútbol del fin de semana y para enganchar tendríamos que haber hecho el programa perfecto, pero no estábamos capacitados para ello. Ninguno de los que hacíamos “Maracaná ‘06” teníamos la suficiente experiencia en televisión. Tampoco quiero pensarlo mucho más. No funcionó y punto.


J: Aparte de tu faceta televisiva y radiofónica también has hecho tus pinitos en el mundo de los videojuegos. ¿Qué tal la experiencia de ser la voz de la saga FIFA junto a Manolo Lama?

P: La experiencia hasta hace dos años era un coñazo porque llegabas al estudio y tenías que leer un montón de frases y nombres que te daban escritos. Desde hace dos años Manolo y yo empezamos a improvisar. Nos ponían partidos de fútbol que teníamos que narrar y decíamos auténticas barbaridades. Afortunadamente no las han recogido todas. La improvisación hace que el doblaje del videojuego sea más entretenido.


J: Hablamos un poco de fútbol. ¿Qué futbolista ha sido el que más te ha impresionado a lo largo de tu vida?

P: El futbolista que más me ha impresionado en directo es Zidane en el España-Francia de la Eurocopa del año 2000. Parecía que hacía lo que le daba la gana con el balón y que él dominaba todo el partido. Pero Zidane no es mi jugador favorito. Ahora mismo mi jugador favorito es Ronaldinho, pero hay muchos según la época. Me encanta mucho el estilo de jugador con mucha casta como Stilke, Neeskens o Tardelli, que los vi en mi infancia. Que haya visto en vídeo me encanta Garrincha incluso más que Pelé porque hacía regates increíbles. Disfruto de muchos, me gusta el fútbol por encima de todo.


J: ¿Crees que es justo que le hayan dado a Cannavaro el Balón de Oro y el FIFA World Player?

P: Creo que no. Cannavaro hizo un Mundial espectacular, pero también lo hicieron Materazzi y todos sus compañeros. Si le hubieran dado el Balón de Oro del Mundial a él en vez de a Zidane me hubiera parecido muy justo. Es más, me parece una tragedia que se lo dieran a Zidane, que perdió la cabeza en el partido y que por ello hizo perder la final a todo su equipo. Sin embargo me parece exagerado que le dieran el FIFA World Player y el Balón de Oro porque sólo conocemos los dos meses del Mundial de Cannavaro, en los que se salió. En la primera mitad del año ganó la liga con la Juventus, pero por muy bien que jugara le desposeyeron del título por el escándalo de los árbitros y en la segunda mitad me parece lamentable como está jugando con el Real Madrid. Es muy exagerado que le hayan dado los dos galardones.


J: ¿Qué le pides al nuevo año?

P: En esto soy muy tradicional y muy poco original. Le pido salud para que todos sigamos estando tan bien como hasta ahora.


J: Para finalizar, ¿qué consejo podrías darle a la gente que está estudiando Periodismo y que sueña con trabajar algún día en un programa del estilo de Carrusel Deportivo?

P: No soy nadie para dar consejos, pero siempre cuento una anécdota personal. Cuando estaba en la facultad y veía mi futuro muy negro me presenté a la Cadena SER y me salió bien. El único consejo es que no hay que dejar de creer. El último que se rinde es el que llega.



(Entrevista realizada por JoCaN en los estudios de la Cadena SER de Gran Vía el día 19-12-06)

25 de julio de 2006

Distintas formas de vivir la Feria

Los días transcurren, los meses se suceden y dejan paso a años nuevos. Y es el paso del tiempo el que, doce meses después, nos vuelve a traer una nueva Feria a Manzanares, que volverá a ser el centro neurálgico de la provincia durante unos días.

FERCAM abrirá de nuevo sus puertas y los paseos Príncipe de Asturias se llenarán de atracciones, chiringuitos, tómbolas y varios miles de personas paseando y disfrutando del ambiente festivo. El silencio y la paz reinante en la zona durante todo el año dejará paso a unos días en los que el flujo de personas paseando por allí será incesante y en los que únicamente se escuchará, entre otras cosas, el sonido inconfundible de la bocina de “la Felisa”, intercalado con las risas y los llantos de los más pequeños, la voz del ya querido “hombre de la tómbola” (me pregunto cuál será el regalo estrella de este año en las tómbolas después de las minimotos del pasado), la música atronadora de los chiringuitos o los gritos de los estresados camareros a la barra pidiendo “una de calamares y dos cañas para la siete”.

Serán unos días muy intensos en mayor o menor medida para todo el mundo. De todas las personas que transitan por la Feria, podemos hacer una clasificación en función de cómo viven este tiempo. Por un lado, encontramos al “visitante clásico”, que es aquella persona que se levanta temprano para ir a dar una vuelta por FERCAM, como todos los años, y por la noche se dedica a dar un breve paseo para ver el ambiente y tomarse algo con algún amigo.

Por otra parte, encontramos a “la familia con hijos”. Este grupo no suele ir solo. Siempre acude a la Feria acompañado de otra u otras “familias con hijos”. Su Feria se centra en dar una vuelta por los “caballitos” con los niños para saciar sus ganas de montar en todas y cada una de las atracciones y sentarse en la terraza de un chiringuito a tomarse algo hasta que los niños se ponen pesados y tienen que dar por finalizada la noche. Dentro de este grupo existen muchas variantes. Las más comunes son la “familia con hijos hasta cierta hora”, que tras el respectivo paseo con los niños los acuestan y se van “al baile”, y la “familia con hijos, pero con abuelas”, que dejan a los niños en casa de los abuelos después de montarlos en los “caballitos” y se van en pareja para seguir disfrutando la noche con más libertad.

Sin duda alguna, la “especie” más particular es la que engloba a los jóvenes. Su Feria es “la otra Feria”. La mayoría de ellos transforman sus hábitos y costumbres durante estos días. Pasan de tener una vida normal a ser “animales nocturnos”. Viven la Feria intensamente, pero no “la Feria” de toda la vida, sino la que se desarrolla en el Calicanto y en las discotecas: la de los botellones y el cachondeo sin límites. “Pasan” de lo tradicional para centrarse en lo que les interesa. Para ellos, la Feria significa más que para cualquier persona. Son cinco días en los que su único objetivo es disfrutar de la noche como no lo hacen el resto del año. Muchos la esperan como agua de mayo durante doce meses y, cuando termina, la recuerdan con nostalgia hasta que llega la siguiente. El único problema que se deriva de este grupo es el de siempre: algunos (muchos según mi parecer) piensan que una buena fiesta siempre debe tener cantidades ingentes de alcohol. Y no es así ni mucho menos. No entiendo a la gente que necesita del alcohol para pasárselo bien. Esperemos que durante la Feria reine el civismo entre los jóvenes y sean responsables en el consumo de alcohol.

Lo único que la gente tiene que tener claro, entren dentro de una u otra de la clasificaciones antes hechas, es que hay que disfrutar al máximo de la Feria de una forma responsable. Únicamente son cinco días y para volver a disfrutar de esos cinco días hay que esperar otros trescientos sesenta y cinco. Y no es precisamente poco tiempo.

José Carlos Naranjo Sánchez-Maroto "JoCaN"

"Publicado en el especial FERCAM '06 de El Periódico del Común de La Mancha"

12 de julio de 2006

Porque la vida puede ser maravillosa


Ya no soy feliz. Ya no hay fútbol en la televisión todos los días. La vida puede ser maravillosa... pero ya no. El fútbol se toma unas vacaciones y nos deja sin nada que hacer.
El Mundial terminó el domingo con los italianos en lo más alto levantando ese codiciado trofeo de campeón del mundo. Pero no fue lo único destacable de este mes de fútbol. Hubo mil y una historias por contar. Unas nuevas, otras las de siempre. Pero muchas curiosidades que no merecen quedar en el olvido.

Zidane: un mito desmitificado.
Era su último Mundial. Su última aportación al mundo del fútbol. La última vez que podríamos disfrutar de su elegancia, de su clase inconfundible, de la suavidad con la que trata el balón. Pero defraudó a muchos. No jugó un gran torneo. Fue un espejimo de lo que estábamos acostumbrados a ver en noches como aquella en Glasgow cuando el Real Madrid ganó su novena Copa de Europa gracias a un golazo suyo. Se perdió un partido por sanción y dejó a su selección con diez en el gran día de la final, cuando el partido estaba en lo más emocionante y quedaba muy poco para conocer quién sería el ganador del Mundial. A falta de diez minutos para que terminara la prórroga y que los penaltis dictaran sentencia, al astro francés se le cruzaron los cables y embistió a Materazzi, como si de un toro ante un torero se tratase. La calva cabeza del francés impactó en el pecho del italiano provocando no sólo el dolor en el defensa, sino en más de uno que lo teníamos en un pedestal. Un jugador que es considerado uno de los mejores de la historia tiene que dar ejemplo y no puede tener incidentes de tal magnitud. La gravedad no viene del cabezazo de la final, sino de las contínuas "idas de olla" de Zidane a lo largo de su carrera: recuerdo una patada de kárate a Emerson en un Juventus-Deportivo de la Coruña en Champions, pisotones en el centro del campo sin venir a cuento, manotazos en la cara... Incluso en el día que iban a grabar una película sobre él lo expulsaron. No sé si lo hace por llamar la atención o porque se le cruza algún cable cada equis tiempo, pero Zidane no merece ser un ejemplo para las generaciones venideras. Es un crack del balón, uno de los mejores jugadores de fútbol que se han visto en años, pero su comportamiento deja mucho que desear y empaña todos los éxitos que ha ido consiguiendo a lo largo de su carrera. Ejemplo de su mal comportamiento es, por ejemplo, que no tuviera el valor de ir a recoger la medalla de subcampeón del mundo después del cabezazo, el mal trato que ha tenido con la prensa española o que tardara unos cuantos días en dar la cara tras el cabezazo. En fin, cada cual a lo suyo. Pero ojalá le quiten el "Balón de Oro" que le han dado (injustamente, según mi opinión).

La eterna decepción española.
"Este es el Mundial de España". ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? Por lo menos una vez cada cuatro años, cuando la prensa se empeña en ilusionarnos. Nosotros, como auténticos burros, nos lo creemos y luego pasa lo que pasa. Decepción y para casa antes de tiempo. Todo el mundo hablaba del cruce de cuartos ante Brasil. Más después del partido contra Ucrania. Pero nadie sabía que antes de los cuartos iban los octavos de final y que Francia, por muy veterana que se presente, siempre es Francia. Siempre pecamos de "no saber competir" y perdemos cuando llega la hora de la verdad. Yo me pregunto: ¿algún día haremos algo en un Mundial o en una Eurocopa? Al paso que vamos... mucho me temo que no.
De todas formas, no me arrepiento de haber creído que "este era el año". El equipo que teníamos era muy bueno, el seleccionador me gustaba y el juego de la Selección enamoraba. El ambiente de la gente era muy bueno y así se demuestra con las masificaciones en la plaza de Colón durante los partidos de España.
Ganamos a Ucrania de forma contundentem ante Túnez demostramos que sabemos remontar partidos difíciles y contra Arabia Saudí, como jugaron los suplentes, no pudimos sacar conclusiones. Luego llegó "lo bueno" y fue cuando la vieja Francia nos dio un buen repaso y nos bajó de la nube. No tiramos a puerta en condiciones ninguna vez... y así no se gana un Mundial. Como dicen los más chistosos del lugar: "España es como el Atleti, impresiona en pretemporada (Ucrania), ilusiona en los torneos veraniegos (Túnez) y se lleva el chasco en la temporada (Francia)".

Italia: gana incluso abandonando su estilo de juego.
Llegaban al Mundial con muchas dudas. En los partidos preparatorios no enamoraban. Empezó el Mundial y seguían recibiendo muchas críticas por su juego. Pero siempre iban ganando. Casi sin hacer nada y con la suerte que les caracteriza (pasaron a cuartos de final gracias a un penalti casi injusto en el último minuto en los octavos) se plantaron en la final. Incluso se permitieron el lujo de abandonar su estilo defensivo de juego en semifinales para dar un recital ofensivo y ofrecer un juego vistoso. Increíble para ser Italia.
Por eso quiero ser italiano. Siempre hacen algo, ya sea Mundial o Eurocopa. Siempre dan la cara. Aún estando inmersos en un juicio por escándalos arbitrales, con sus jugadores abandonando la concentración para declarar, se han logrado reponer y conseguir alzarse con el trofeo. Hasta Gattuso, ese gran "destructor" de juego y de piernas, ha logrado enamorar a la gente. Y lo más sorprendente es que ni Totti, ni Pirlo, dos de los pilares de la selección italiana, han logrado brillar. Pero Italia es mucha Italia y tiene a otros grandes jugadores como Buffon, Cannavaro o Zambrotta que están muy capacitados para sacar asumir la responsabilidad en cualquiero momento. Han sido los justos vencedores. ¡Viva Italia!

Andrés Montes, ese gran narrador... de baloncesto.
Es una cosa que no he entendido ni entenderé nunca. ¿Por qué metieron a Andrés Montes a narrar partidos de fútbol? ¿Acaso no sabían que comentaba baloncesto a la forma americana? ¡El fútbol es distinto del baloncesto!
Me era imposible terminar los partidos. Y no era por el mal juego ni por el tostón. Era por el narrador. ¡Me ponía nervioso! No daba ni un respiro. Todo el rato hablando (más bien voceando), poniendo motes tontos a todo lo que se movía, sin tener ni idea de fútbol (todavía recuerdo el día que tardaron, diciendo frases incoherentes (sandías, en vez de melones cuando se refería a balones mal dirigidos)... Un desastre.
Hay que dar gracias a la Sexta por el gran despliegue de medios que han hecho durante el Mundial y por dar todos los partidos (en ocasiones, hasta cuatro veces el mismo), pero hay que echales la bronca con los comentaristas. Algunos estaban bien, pero Montes... Es como si, ahora que también van a dar el Mundial de Basket, ponen a José Ángel de la Casa a comentar los partidos. Ilógico. La única duda que tengo es sobre Julio Salinas. Se ha soltado demasiado con Andrés Montes. ¿Cómo será cuando vuelva al ritmo cansino de José Ángel de la Casa?

Como he dicho antes, el fútbol nos ha abandonado hasta la próxima temporada. Ahora tenemos un tiempo de reflexión y de aburrimiento. Hasta que llegue el momento en el que el balón vuelva a rodar de nuevo, nos queda rememorar los éxitos del Sevilla y del Barça, ya que nuestra Selección todavía no nos da alegrías, y ver cómo disfrutan los italianos del triunfo mientra la envidia (sana, eso sí) se apodera de nuestro cuerpo mientras pensamos si un día llegaremos a estar allí...
Porque la vida puede ser maravillosa... pero ahora mismo no. Te necesito, fútbol.

20 de junio de 2006

La "furia española" está en la plaza de Colón


Día: 19 de junio de 2006.
Partido: España-Túnez, segundo partido de la Selección Española en el Mundial de Alemania.
Lugar: plaza de Colón.
Protagonistas: Trípode, Nacho y JoCaN junto a miles de personas más.

A las siete de la tarde salimos de la residencia con rumbo a la plaza de Colón. Había que animar a España y qué mejor forma de hacerlo que con miles de aficionados españoles para unirnos todos y tratar de dar aliento a nuestra Selección.
Ya en el metro empezamos a notar el ambiente, pero fue cuando llegamos a la plaza de Colón cuando por fin nos hicimos una idea de lo que nos esperaba. Estaba repleta de gente y teñida de rojo. La “furia española” se hacía notar por todos los rincones de allí. Nos metimos entre la maraña de camisetas y banderas españolas y nos situamos en mitad de la plaza. Lo único que nos faltaba era hacer hora para que empezase el partido. Yo me di una vuelta por allí para ver hasta dónde había gente y para contemplar un rato el ambiente que había por el estudio del programa. Pronto volví abriéndome paso entre la gente. Cuando quedaba menos de media hora para que el balón echara a rodar, un grupo de fachas subnormales con muchas ganas de “juerga” se pusieron a nuestro lado y empezaron a corear “sus canciones”. Pasábamos de tener lío y como tampoco queríamos que nos dieran el partido, nos cambiamos de sitio y los dejamos allí con “su fiesta”. Nosotros íbamos a lo nuestro. Nuestra fiesta era disfrutar del partido, del ambiente y dejarnos la garganta con el “a por ellos”, el “sí, sí, sí, nos vamos a Berlín” y todos los demás cánticos, que no paramos de corear desde que llegamos hasta que nos fuimos.
Por fin empezaba el partido. El momento de los himnos fue espectacular. Nacho, Trípode y yo nos abrazamos y el resto de la gente hizo lo mismo para “cantar” nuestro himno sin letra a lo “lo, lo, lorolo”. A falta de pan, buenas son tortas. :-P Comenzó a rodar el partido y el ambiente se iba haciendo cada vez mejor. Con cada pase, cada jugada de peligro, cada falta, los que inundábamos Colón dábamos saltos y gritos. El jarro de agua fría vino pronto porque, tras una gran ocasión de Villa, los tunecinos nos metieron un gol. Eso sí, el ánimo no decayó. Seguimos animando a la Selección porque creíamos en ellos. La primera parte terminó con los nuestros frustrados porque era un querer y no poder. Pero tampoco ahí perdimos la ilusión.
En el descanso le dije a Nacho: “tranquilo, meteremos tres goles en la segunda parte”. No se lo creyó mucho, pero el tiempo me dio la razón.
La segunda parte empezó con los nuestros achuchando más si cabe y con Túnez encerrada. Al final llegó el momento deseado: Raúl, desaparecido desde que había salido, hizo un gol de los suyos y el júbilo estalló en la plaza de Colón y en España entera. Pero no nos conformábamos, queríamos más, y fue Torres el que nos deleitó con un golazo. Hasta bengalas aparecieron por la plaza. El final del partido casi ni lo vimos porque estábamos más preocupados de celebrar la victoria que de los últimos minutos, pero tuvimos tiempo para celebrar otro gol en el descuento. 3-1 final. Otra victoria y clasificados para octavos de final como primeros de grupo salvo catástrofe. España también sabe sufrir y remontar partidos. Esta experiencia nos vendrá bien para los próximos partidos.
Terminó el encuentro y la gente empezó a desalojar la zona. Tardamos un buen rato en salir de la plaza. Cuando conseguimos llegar a la calle nos encontramos con una Castellana abarrotada de gente caminando por mitad, coches y motos pasando por allí como podían y la gente celebrando la victoria bañándose en las fuentes. Nadie diría que únicamente habíamos ganado el segundo partido, pero más vale celebrar todo por lo que pueda pasar luego. La policía cortó la zona ante tanta alegría y nos fuimos al metro andando tranquilamente por mitad de la Castellana y disfrutando de una victoria sufrida. Incluso en el metro de vuelta a la residencia se notaban resquicios del partido porque algunos intentamos darle alegría y empezamos a cantar.
¡A por ellos, oé! :-D
El resumen de la tarde-noche es que si quieres ver el partido tranquilamente mejor quedarte en casa, pero la experiencia de verlo en una pantalla gigante rodeado de gente y con un ambientazo de mucho cuidado hay que vivirla por lo menos una vez en la vida. :-D

23 de mayo de 2006

Frikismo al poder


Para ganar Eurovisión, el festival de la canción más importante de Europa, hay que ser un friki de mucho cuidado. O si no que se lo pregunten al grupo Lordi, unos heavys finlandeses que han conseguido camelar a más de media Europa con su Hard Rock Hallelujah. Ya no sólo basta con presentar una canción buena, sino que hay que armar un paripé digno del mejor circo del mundo para llamar la atención. Y es que estos finlandeses se presentaron en el escenario de Atenas disfrazados de monstruos. Parecían orcos recién sacados de la sala de maquillaje de El Señor de los Anillos.

De todas formas, hay que decir en su favor que la canción era muy buena y la supieron interpretar muy bien. Aparte, el éxito de Lordi no es sólo el de unos frikis. Ha ganado el rock duro. Nunca antes una canción de este estilo había triunfado en un festival así. Parece que Lordi ha abierto el camino para que grupos de estilos distintos al "pachangueo" dominante en Eurovisión compitan en el festival.

Para el que no lo sepa todavía, Eurovisión es, tradicionalmente, aquel concurso en el que siempre hacemos el ridículo. Este año no iba a ser menos. Esta vez han sido las Ketchup con su "canción" Bloody Mary, que quedaron en el puesto 21 de 24 participantes. En mi opinión, es un tema que no es válido para un festival de este tipo porque no tiene apenas estribillo (las canciones que ganan son las que tienen un estribillo pegadizo y que, con sólo escucharlas una vez, estás tarareando sin poder parar), y la puesta en escena no fue demasiado buena, entre otras razones.

Después de unos años en los que el interés por el festival había aumentado gracias a los "triunfitos", los resultados negativos que hemos ido obteniendo año tras año ha hecho que el público pase un poco de Eurovisión. La culpa la tienen las canciones que nos han representado en estos años. En mi opinión, ha habido grandes fallos. Sin ir más lejos, el año pasado nos representó el grupo Son de Sol con su Brujería (también terminaron en el puesto 21), pero en la elección de la canción se quedó a un paso el tema Eres un enfermo, de Las supremas de Móstoles. Y este año, muy seguramente hubiéramos quedado mejor si nos hubiera representado El koala, con su Opá, voy asé un corrá, o el ficticio grupo Happiness con su Amo a Laura. ¿No queréis frikis? ¡Pues tomad frikis! :-P